Dojomarcial: septiembre 2013

domingo, 29 de septiembre de 2013

Ryo te kubi dori: Diccionario de artes marciales

Ryo te kubi dori : Transliteración del japonés que significa literalmente agarre ("dori") con ambas manos ("te"), en particular a las a las muñecas ("kuby") del contrario (una muñeca con cada mano).



Técnica de ataque de aikido. También llamada "Ryo te dori".

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Ryo te dori: Diccionario de artes marciales

Ryo te dori : Transliteración del japonés que significa literalmente agarre ("dori") con ambas manos ("te"), en particular a las a las muñecas del contrario (una con cada mano).



Técnica de ataque de aikido. También llamada "Ryo te kubi dori".

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Katate ryote dori: Diccionario de artes marciales

Katate ryote dori : Transliteración del japonés que significa literalmente agarre ("dori") con las dos ("ryo") manos ("te") a una muñeca.

Técnica de ataque de aikido. También llamada "Ryote mochi" o "Morote dori".
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Ryote mochi: Diccionario de artes marciales

Ryote mochi : Transliteración del japonés que significa literalmente agarre ("dori") con las dos ("ryo") manos ("te") a una muñeca.

Técnica de ataque de aikido. También llamado "Katateryote dori" o "Morote dori".

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Ryo kata dori: Diccionario de artes marciales

Ryo kata dori : Transliteración del japonés que significa literalmente agarre ("dori") a los dos ("ryo") hombros ("kata"). Técnica de ataque de aikido.

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sábado, 28 de septiembre de 2013

¿Qué distingue al judo del resto de las artes marciales?

De una forma reconozco no imparcial, voy a contar porqué desde mi punto de vista el Judo es superior a otras artes marciales en algunos aspectos (o se especializa más), y por lo tanto por qué no puede ser obviado por aquellos que se consideren artistas marciales o que se interesen por la defensa personal.

Shia o lucha de judo en competición

Ningún arte marcial (exceptuando al posterior Aikido [1]) se especializó como el Judo en el arte de caer de forma "correcta" en el arte de los ukemis. Incluso las Ryu o antiguas escuelas japonesas de Jiu Jitsu no se encargaban demasiado de eso, ya que todas sus técnicas eran mortales, y no se buscaba ejecutarlas de forma completa salvo en el contexto de una batalla real, so pena de resultar como mínimo gravemente herido.

La mayoría de las artes marciales se especializan en golpear ("atemis" en japonés), ya sea con la mano, con los codos, con las piernas, con los pies, con las rodillas, e incluso con la cabeza. Sin embargo, pocas se especializan en arrojar al contrario, en proyectarlo, en lanzarlo, es decir, en despegarlo del suelo o dejar que caiga sobre él. Y entre las que lo hacen, ninguna lo hace con la profundidad y la amplitud con que lo hace el Judo.

Esto implica que el Judo debió desarrollar una forma de evitar que al caer uno se haga daño, ya que de otra forma, evidentemente, las repetidas caídas repercutirían perjudicialmente en la salud de sus practicantes. El Judo no inventó la forma de caer, pero sí adaptó y perfeccionó este antiquísimo arte proveniente de las Ryu (escuelas) japonesas de Jiu Jitsu.

Contrariamente a lo que pasaba con el Jiu Jitsu y con lo que pasa actualmente con la mayoría de las artes marciales al margen del Judo [2], este (gracias a las caídas, los ukemis) puede ejecutarse cuando se practica al 100% de la intensidad, es decir, de forma totalmente realista.

Caer, por tanto, se transformó de una forma de lastimarse, de algo temido y que debe evitarse, en algo que nos permite amortiguar un golpe que de otra forma podría ser fatal, se transformó de una simple caída en un "ukemi"; es decir, en la forma de caer para evitar dañar nuestro cuerpo.

Cuando uno (tori) arroja a un compañero (uke), lo hace con la misma fuerza y de la misma manera en que arrojaría a una persona en caso de defenderse de un ataque. Pero como el compañero sabe caer, y lo hace en una superficie relativamente mullida, evita las consecuencias desagradables que tendría dicha técnica sobre el supuesto atacante.

Los ukemis, por supuesto, no sólo son útiles en la práctica del judo, sino que sirven en cualquier situación de supervivencia en la que debamos adaptar una caída en una superficie dura para no lastimarnos (cuando se pierde el equilibrio durante la práctica de otros deportes, en defensa personal, etc.).

Y esto también implica otra cuestión: para poder evitar caer al tiempo que se busca hacer caer a otro (combate de un judoka contra otro judoka) es necesario manejar y perfeccionar el equilibrio corporal. El judo por lo tanto enseña una forma nueva de desplazarse, aprovechando los desequilibrios propios y ajenos para lograr que el contrincante pierda el suyo, al tiempo que uno se mantiene dominante. Algunos llegan a afirmar que aprender Judo es sinónimo de aprender a caminar...y que antes, literalmente, no se sabía como hacerlo...podría decirse que el Judo junto con otras artes marciales perfecciona lo que hace unos cuantos miles de años nos diferencia de los primates.

Otros aspecto que distingue al Judo del resto de los deportes de combate y artes marciales es la lucha en el suelo [3]. Aunque podríamos agregar dentro de este apartado a la lucha olímpica, la lucha grecorromana, la lucha canaria o la lucha leonesa, ninguna de estas tiene tanta historia, es tan amplia y de un carácter tan técnico como lo es la práctica de newaza (técnicas de suelo) en Judo. Puede decirse que el Judo en su época moderna se ha visto influido por esta (sobre todo por la lucha grecorromana) pero si esto es cierto, no lo es menos y en mayor medida que estas se han visto influidas por el judo.

En la lucha en el suelo esta se combinan las tomas que permiten inmovilizar o retener al contrario (osaekomi waza), con estrangulaciones (shime waza) con las llaves o palancas conocidas como kantsetsu waza (técnicas aplicadas a las articulaciones o junturas), es decir, la búsqueda de formas de luxar.

Estas últimas técnicas sólo se pueden aplicar en competencias y torneos a los codos (debido a la mayor fortaleza de esta articulación en comparación con el resto) pero existen también las que se aplican al resto de las articulaciones el cuerpo, principalmente a las muñecas, dedos, rodillas y columna. El Aikido se especializa también en estas técnicas, sin embargo su práctica no es normalmente realista (aplicable a la defensa personal), sino que se ve supeditada a un ritmo propio de este arte. [4]

Por supuesto, las estrangulaciones y luxaciones también pueden aplicarse estando en pie, sin embargo el riesgo de lesión es mayor (producto del agregado de la fuerza de la gravedad) y se suele reservar sólo para algunas situaciones concretas a nivel deportivo, o exclusivamente para la defensa personal.

En resumen, el judo se distingue porque:
  • Enseña a sus practicantes a caer sin lastimarse o hacerse daño, al tiempo que evitar caer si es posible mientras que se logra que el adversario pierda el equilibrio;
  • Permite defenderse y atacar en una lucha en el suelo con eficacia;
  • Enseña a estrangular y a luxar."la búsqueda de la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo". O, lo que es lo mismo: no oponer la fuerza contra la fuerza para lograr el objetivo buscado, sino aprovechar las fuerzas existentes para lograrlo.
Por todo esto este arte marcial se llama "ju - do" es decir, "arte" de la "flexibilidad" o "suavidad" y merecer ser practicado, o al menos tener una idea de las posibilidades que ofrece.

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Notas:
[1] Hay que reconocer que el Aikido perfeccionó a su manera el arte de caer, para que este sea más efectivo si uno pretende levantarse con rapidez y seguir luchando (doblando la rodilla), es decir, como arte de escapar de una luxación sin que llegue a producirse y alejarse al mismo tiempo del enemigo, y al mismo tiempo evitar un contacto mayor de la columna con el suelo. Sin embargo, en judo se busca amortiguar una caída inevitable en el lugar, de la que no hay escape rodando en el suelo o girando en el aire.
[2] El Jui Jitsu actual también hace un extendido de las caídas, la lucha en el suelo y todas las técnicas que usa el Judo. Sin embargo, no puede pensarse al Jui Jitsu moderno más que como un heredero y continuador del Judo, que existía mucho antes de que surgiera el primero. Se puede afirmar que el Jui Jitsu como arte marcial moderno surge de fusionar el Judo y el Aikido con otras artes marciales, y haciéndolo llegar al extremo en el Jui Jitsu Vale Tudo o Greece Jui Jistsu, donde en general se prescinde de la filosofía y se aplica todo el poderío a combates que muchas veces priorizan el ganar antes que la seguridad física de los participantes.
[3] Debemos aclara para los amantes del aikido, que el Judo se especializa en proyecciones y suelo, mientras que el Aikido lo hace en proyecciones a partir de luxaciones, o en escapar de estas sin resultar dañado.
[4] Con esto me refiero a que mientras que el Aikido se fundamenta en la práctica en base a ataques que son normalmente "esperados" (uno ataca de tal forma conocida, otro defiende de tal forma estipulada), el Judo se basa en el Randori, es decir, la práctica libre sin patrones fijos, donde los ataques y las defensas no están previamente determinados, y por lo tanto son más realistas. Esto incluye las luxaciones, ya que de una luxación en Judo normalmente no se escapa cayendo, sino que se "sale" de ella (se la defiende o contraataca) o se abandona cuando hay dolor.

Defensa personal: actuar, registrar y analizar

Por experiencia personal en caso de defensa personal, creo que es importante tener claro que hay un momento para registrar y otro para analizar lo ocurrido.


Habitualmente los casos de ataques, robos, hurtos, etc. pasan muy rápido para la o las víctimas, tanto en el tiempo objetivo como en el subjetivo; esto último debido a la ansiedad y nerviosismo que se vive, producto de la adrenalina del momento. Por eso, al margen de las reacciones lógicas y/o instintivas que haya que llevar adelante para la defensa (que deben haber sido incorporadas de antemano con la práctica o el entrenamiento) no es momento para analizar, sino para actuar y, al mismo tiempo, para registrar.

Lo que registremos, en la memoria (recuerden, "<a href="http://dojukaai.blogspot.com/2010/09/zanshin-diccionario-de-artes-marciales.html">zanshin</a>") será útil para, más adelante, analizarlo. El análisis posterior del hecho puede ser útil por varias razones: para determinar los hechos de un siniestro dado ante las autoridades, para sacar conclusiones sobre nuestra actuación (buena, mala, mejorable siempre) para no cometer los mismos errores y repetir los aciertos en el futuro, etc.

Acometer un análisis durante una situación de defensa personal, o sea, querer saber porque pasan las cosas que nos pasan en el momento de actuar (internamente, pensamientos del tipo "¿¡por qué me pasa esto así!?") puede ser tremendamente contraproducente, añadiendo miedo o pánico paralizante, nerviosismo, errores de reacción y otras complicaciones innecesarias.

Por eso, todo esto se aplica también a cualquier situación de emergencia, accidente o urgencia y (en definitiva) cualquier cosa que implique la supervivencia, no solo a los casos de defensa personal y así es, por ejemplo, lo primero que hay que tener en cuenta cuando se va a actuar en primeros auxilios: ver lo que pasa para asi nosotros no sufrir un segundo accidente.

Todo esto, queridos lectores, no lo digo por decir, sino por experiencia, porque sufrí situaciones como robos, etc., en los que, más adelante, me di cuenta de la utilidad de haber retenido en la memoria todo lo sucedido. Por eso, un último consejo: a penas pasen un hecho de ese tipo, en el primer momento de tranquilidad que tengan, empiecen a recordar y "reconstruir" los hechos en su cabeza, así van a fijarlos y, más adelante, poder analizarlos con más libertad.

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viernes, 27 de septiembre de 2013

Sobre las artes marciales internas y externas


El otro día una profesora de Tai chi me definía su disciplina como un "arte marcial interna", y sin ninguna duda lo es...sin embargo, esto me hizo pensar, ¿es que, contrariamente, existen artes marciales "externas"? ¿cómo explicar esta diferenciación?

Danza de 21 movimientos de Tai Chi.

Con "interno" nos referimos a un elemento de búsqueda de autosuperación personal, de mejora de uno mismo a través de la práctica. En ese sentido, toda arte marcial tiene o debería tener un componente interno. Al mismo tiempo, toda arte marcial tiene o puede tener aplicaciones que podríamos llamar "externas". Está claro que algunas como el Tai chi pueden entenderse como más puramente internas, porque no muestran sus aplicaciones marciales, sino que se concentran exclusivamente en el "tao" de la cuestión, en el dominio de la energía y en la búsqueda de la salud, la paz interior y todo lo que distinguen a las artes marciales de los deportes.

De hecho, el Tai Chi está dentro de las artes marciales chinas que son "neijia" o "nei chia" ("familia interna"), en contraposición a las que son "waijia" ("familia externa"), aunque aquí también se asocia lo interno con la "suavidad" opuesto a lo externo como "dureza". En este sentido, se puede hablar de artes marciales suaves, que buscan la suavidad, usando para ello la fuerza del medio y del enemigo (judo, aikido, tai chi, etc.) por un lado, y por el otro, artes marciales duras, es decir, que buscan el fortalecimiento o el uso principalmente del a fuerza propia en la técnica (taekwondo, sipalkido, karatedo, etc.). Por supuesto, como toda categorización, no es perfecta ni mucho menos: por ejemplo, existen muchas formas de entender el karatedo como interno y suave, mientras que el judo como deporte de combate también pone énfasis en el entrenamiento de la fuerza, etc.

Por eso, si un arte marcial no es en alguna medida "interna" tanto en el sentido de aprovechar las fuerzas externas como el de cultivar el progreso espiritual interno, no merecería llamarse arte marcial, sino en todo caso deporte de combate, de lucha, de contacto, defensa personal, etc.

Ahora, para los que les interese la historia del término "interno" vs. "externo" para clasificar artes marciales, la siguiente cita de Wikipedia:

"El uso del término en este sentido se remonta a los años 1920, cuando Sun Lutang, maestro Nèijiā, clasifico las tres artes marciales T'ai Chi Ch'üan, Bāguàzhǎng, y Xíngyìquán como internas. Previamente, el término Nèijiā había sido forjado en el siglo XIX [...]
Según Stanley Henning, 1669 sería el año en que Huan Zongxi dio origen al dualismo entre artes marciales internas y externas, cuando terminó su "Epitafio para Wang Zhengnan". [...] Según Henning, la relación presentada en el epitafio de artes internas con el taoísmo local chino, por un lado, y de las artes externas con el budismo shaolín extranjero, por otro, pudo haber sido más bien una distinción política que técnica. En esta clasificación simbólica, los sistemas "internos" son considerados como superiores a aquellos considerados "externos". Henning explica que esto se debió a que los sistemas "internos" representaban a la nación china mientras que los sistemas "externos" representaban al invasor extranjero, en este caso a los Manchu."

Hasta aquí esta pequeña reflexión amigos. Espero recibir sus comentarios para intercambiar puntos de vista.

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jueves, 26 de septiembre de 2013

Diccionario de Artes Marciales - INDICE

Diccionario de Artes Marciales


Este es el índice del Diccionario de Artes Marciales de nuestro blog Dojomarcial. Vamos a ir ampliando este diccionario constantemente, así que te si le interesa, lo mejor es que de vez en cuando lo visite y busque por las letras de arriba, usando el buscador, etc. Otra opción es que se subscribas a nuestro blog de alguna forma (por RSS, por mail, etc.) y así sepa cuando aparecen nuevas palabras.

Para buscar términos o significados en el diccionario de artes marciales, haga clic sobre la letra de arriba que quiera. A continuación va a entrar a la página de la letra que eligio, y entonces puede usar los links listados para ir de palabra en palabra. Como dije, también se puede usar el buscador de nuestro blog Dojomarcial para buscar por lo que se le ocurra en el diccionario o en todo el blog (está en la colomna a la derecha de estas líneas, abajo de las etiquetas).

Le agradecería muchísimo si complementa la información de nuestro diccionario con lo que sepa. Eso lo puede hacer, por ejemplo, dando su opinión a través de comentarios abajo de las páginas de cada palabra.

Aclaramos que TODO el contenido del diccionario de artes marciales de Dojomarcial.com es 100% ORIGINAL Y PROPIO. Esto significa que, aunque puede que usted no lo crea, cada una de las definiciones las escribí (y las sigo escribiendo y ampliando día a día) en base a mis conocimientos marciales, los de mis maestros y amigos de diversas disciplinas que me ayudan en casos puntuales. Le ruego, por tanto, que no robe este diccionario para usarlo en su web y se aproveche del trabajo ajeno (o sea, el mio ;-) ) en vez de hacer el propio. Además, me será muy fácil reconocer el uso de este diccionario en otro lado ya que, como digo, lo puesto lo identifico como creación mia.

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¡Muchas gracias y disfrute del diccionario!

martes, 24 de septiembre de 2013

La ética en la defensa personal

En la defensa personal no puede tener la misma conducta que en las artes marciales o los deportes de combate de "proteger al adversario", ya que su objetivo no es disciplinario ni deportivo, sino estrictamente defensivo: se persigue exclusivamente la seguridad propia, no la del adversario. Por supuesto, esto no significa que haya que llegar hasta las últimas consecuencias ni mucho menos, porque igualmente existe una "ética" de la defenasa personal. Mi opinión al respecto acá.


Las artes marciales y los deportes de combate suelen tener normas y reglamentos con el fin de evitar lesiones, o minimizar las más perjudiciales. Este código deportivo o disciplinario puede interpretarse como un tipo de "ética", que impide el "vale todo" en un combate de determinado deporte de lucha o arte marcial. Sin embargo, la defensa personal no puede adoptar este mismo código de conducta, ya que su objetivo no es disciplinario ni deportivo, sino estrictamente defensivo: se persigue exclusivamente la seguridad propia, no la del adversario.
 
Esto no significa para nada que en defensa personal haya que ser cruel, o que no exista ningún tipo de moderación en el ataque o el daño a inflingir, sino simplemente que se podrán usar todo tipo de técnicas, por muy "sucias" o "inmorales" que puedan parecer, siempre y cuando la situación lo amerite.

Casualmente, algunas técnicas consideradas como "sucias" son las más efectivas, y muchas veces las únicas posibles en determinadas situaciones, o para personas más débiles (mujeres, niños, ancianos, etc.) o en inferioridad de condiciones (muchos contra uno, armado contra desarmado, etc.). Entre estas técnicas podemos mencionar: meter los dedos en los ojos o la boca, tirar del pelo, patear los genitales, estrujar las orejas o la nariz o luxar los dedos.

El límite para la rudeza en defensa personal, aunque no debería ser moral, existe. Por cuestiones legales y de eficacia, no conviene ni tiene sentido encarnizarse con una persona que nos ha atacado cuando ya cumplimos nuestro objetivo: defendernos y evitar otro posible ataque. La defensa personal, como una forma de lograr la supervivencia, será justa y ética en el sentido en que puede serlo un superviviente que no busque dañar a los demás, salvo cuando otro lo busque dañar a él. Así, la respuesta debe, para maximizar nuestras posibilidades, ser sólo la justa y necesaria para la defensa, dejar de lado la venganza y el descontrol, y no perseguir el ensañamiento de ningún tipo.

Hay que aclarar que, como toda regla de conducta, esta "respuesta proporcional" al ataque que debería aplicarse en defensa personal depende, en última instancia, del buen criterio del defensor para evaluar la amenaza en cuestión. Por lo tanto, debe tenerse en cuenta que no es perfecta, ni mucho menos seguida obligatoriamente por cualquiera que se defienda.

Por otra parte, la reacción que puede tener en defensa personal (por ejemplo) personal de fuerzas de seguridad (policías, guardaespaldas, militares, etc.) no podrá ser la misma que la de civiles o personas sin responsabilidades públicas. Todo esto tiene que ser evaluado al dicatar una clase de defensa perosnal, descubriendo y aclarando cual sería el límite "ético-práctico" en cada caso.

Pienso, pese a todo, que dar una respuesta proporcional al ataque (en la medida de lo posible) es la forma de conducta más noble y justa (y además realista) que puede aplicarse para la defensa personal, simplemente porque si no fuera así, nuestra reacción dejaría de ser defensa y pasaría ser un ataque más.

¿Usted que opina? Espero sus comentarios. Al mismo tiempo, si le gusta el blog o esta entrada, recomiendelo usando los botones de "Twittear", "Me gusta" y "+1 de Google".

¡Saludos desde Dojukaai dojo!

domingo, 22 de septiembre de 2013

Kata dori: Diccionario de artes marciales

Kata dori : Transliteración del japonés que significa literalmente agarre ("dori") al hombro ("kata"), usada en aikido en referencia a un ataque.

Agarre o técnica de ataque de aikido.
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Gyaku hanmi katate dori: Diccionario de artes marciales

Gyaku hanmi katate dori : Transliteración del japonés que significa literalmente agarre ("dori") con la mano ("te") a la muñeca del brazo contrario ("gyaku"), cruzado o invertido.

También llamado Katate dori. Técnica de ataque de aikido.
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Mune dori: Diccionario de artes marciales

Mune dori : Transliteración del japonés que significa agarre ("dori") a la solapa (mune) o las dos solapas a la vez, a la altura del pecho

Usada en aikido en referencia a un ataque. Técnica de ataque de aikido.

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sábado, 21 de septiembre de 2013

Karate Do profundo, Cartas desde Ikigai Dojo

Uno de mis maestros de karate contribuye a nuestro blog Dojukaai con su gran sabiduria, desde su dojo Ikigai. Interesante reflexión para comprender un poco más el origen y el objetivo profundo del Karatedo y, me atrevo a decir (esto corre por mi cuenta) de cualquier artes marcial o, incluso, disciplina no marcial que persiga o transite el "DO" como camino hacia la autosuperación. Sigan leyendo, espero les guste amigos.

"...  Que Alegria saber de ti!...

... Me comentaba un día el Maestro Lahiguera que el núcleo actual de la Sotokan anda detrás de encontrar (o recuperar a poco que uno atienda ciertas claves de Funakoshi), un sentido más profundo a la práctica del Karate... Do... y que vaya más allá del mero aspecto combativo cuya eficacia es tan efímera como ilusoria... Pues nadie controla los imprevistos... ni los previstos...

... Pero no vengo a hablar de Sotokan... Podría igual mentar Shito Ryu o cualquier otra... Hay un punto de origen donde se disuelven las meras diferencias técnicas... 

... Karate Do, en mi humilde modo de entenderlo y vivirlo, va mucho más allá no solo de la capacidad destructiva... sino incluso de la capacidad sanadora tanto a nivel emocional como físico que nos ofrece sabiendo usar el Pranayama en Kata... sabiendo, también, el significado funcional de tales  combinaciones motrices que llamamos Kata...

... Va mucho más allá incluso del movimiento físico... y mental... 
... Recordando a Platón, Karate Do habla de una experiencia sensitiva desde una existencia inteligible...

... Utiliza El Movimiento por supuesto, pero para hacer una progresión hacia la trascendencia de este... Karate no habla de valores éticos tanto como de Conexión con El Todo... Ya te conté que una de las acepciones del significadoo de Kara es la de 'Lo Absoluto'... 
... Entonces Karate termina abandonando la lucha, que incluye los conceptos de perder, ganar e incluso empatar...

... Esforzarse es luchar... Y se ha de aprender Lo Que es luchar para conocer Lo Que No Es luchar... Pero no debemos anclarnos ahi, como identificativo de un Ego determinado... Yo Soy lo que hago... No creo... 

... Yo hago segun Soy... se me antoja más...
... Uno es parte de un Universo en continuo movimiento y Uno es la adaptación continua... El famoso Be Water de Bruce Lee que se entendiò como un simple concepto táctico... No somos solo 75% de agua cuando estamos en el Dojo... También, y esa es una de las claves, cuando estamos fuera del Dojo...

... Pero todo tiene un proceso... y como el árbol,  todos terminamos recibiendo Luz y Agua de una manera u otra... Hoy un mail... mañana un buen entrenamiento... pasado una excelente manzana Fuji (son mis favoritas... estàn colmadas de jugo... te las recomiendo justo despues de entrenar)... 

... La adaptación a cada instante nos evita el fatigoso trabajo de intentar las cosas cuyo previsto resultado suele ser dudoso... si no... no sería un intento... sería un Hecho....

... Y cómo mantenerse estable en cada instante?... Volvemos a encontrar la respuesta en Kata... La Actitud mantenida durante el movimiento entre forma y forma... y también una vez alcanzada la siguiente forma... Como enseña e interioriza Kata, mantener el Zanshin hacia El Vacio... de donde todo emana... Mantener el Zanshin a La Respiración... por donde todo se materializa ('El Verbo se hizo carne', dicen otros)...

... Mantener el Zanshin a La Conciencia de que somos parte de un Universo como expresión de un Orgánismo Mental Vivo e Inteligente, que se mantiene en continua expansión autocreándose en cada momento lo justo necesario para continuar Su tal  Expansión...

... Quie comprende esto... Pierde el miedo...y abandona los intentos...
... Humildemente asi lo vivo... asi trato de cultivarlo... 
... Un saludo como Quietud de una noche de Verano...


Salud!"

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viernes, 20 de septiembre de 2013

Defensa y ataque en artes marciales

Algunos distinguen entre las artes marciales defensivas y las artes marciales de ataque. Por mi parte considero esa clasificación incorrecta, de acuerdo a lo que explico en este artículo.

 
El error de considerar, según mi opinión, a un arte marcial de defensa o de ataque, parte del hecho de no conocer la diferencia entre ataque y defensa. El General chino Sun Tzu decía:

"Defensa es un buen ataque,
ataque es prepararse para la defensa."


Esta diferencia es tan sutil, es decir, los conceptos de "ataque" y "defensa" están en la práctica tan íntimamente ligados, que de un arte guerrera que sólo se concentre en uno de estos también se concentra en el otro...según cómo se mire.

Dicho de otra forma, un arte marcial es de defensa dependiendo de la situación en que se empleen: si es luego de un ataque, para defenderse, o si es se usa sin provocación previa, para atacar. Esto nos indica que lo que sí es más razonable, en todo caso, es hablar no de "artes marciales" para la defensa personal o para el ataque, sino de "técnicas", "estilos", o incluso "katas" aplicados a la defensa o el ataque. Porque el que sabe de artes marciales, sabe que las técnicas y estilos son también de defensa o ataque dependiendo de la situación.

Una vez comenzado un combate, y si este se extiende a más de un movimiento por parte de los luchadores (cambio de la iniciativa) la distinción de "arte marcial de ataque" o "arte marcial de defensa" pierde aún más su sentido. En una lucha, combate o pelea, ambos contrincantes intentarán atacar y defender a la vez...sin embargo, puede que a uno (por encontrarse en inferioridad técnica o física) no le quede otra opción que defenderse...¿esto indica que uno tiene un "arte marcial de defensa" y el otro "de ataque"? Por supuesto que no, ya que esto se ve incluso no ya en una pelea callejera, sino en cualquier lucha de un deporte de combate reglamentado o transformado en deporte, como puede ser el judo, el karate, el taekuondo, etc.

Teniendo en cuenta lo anterior, se ve claramente que ciertas técnicas que son específicas para la defensa (los bloqueos, por ejemplo) incluso pueden verse como preparatorios para el ataque. Algunas técnicas que pueden considerase "neutras" en principio (como las formas de romper agarre en judo, o kumikata) son, bien utilizadas, claramente de ataque o claramente de defensa.

Todo esto se aprecia mejor cuando se practica una o más artes marciales, una o más técnicas o estilos de combate, pero más aún en el contexto de la defensa personal propiamente dicha. Allí, evidentemente, el objetivo final es prepararse para la defensa, no para el ataque, y para ello se usa todo lo que se sepa a nivel de artes marciales (entendido como defensa o como ataque) en función de ese propósito.

En definitiva, esta no es ni más ni menos que mi opinión de acuerdo a mis conocimientos y mi reflexión racional sobre el tema, basados en fuentes todo lo confiables que pude encontrar y en mi experiencia en las artes marciales.

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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Karatedo: el camino de la mano vacía y varios significados

Por muchos es conocido este significado de la palabra "karatedo": do, camino; karate: mano vacía. Sin embargo, lo que no muchos conocen es el significado más allá de la literalidad de esta frase en relación con el budismo zen.

  
En general se cree que el significado de karate se debe a que en karate se pega con la mano abierta (shuto, borde interior de la mano; o haito, borde exterior, o los distintos nukite con uno o más dedos), pero el karate usa también como "arma" el puño o mano cerrada (tsuki) de distintas formas (uraken, tettsu, etc.), el codo (enpi), con la muñeca (kakuto), con la rodilla (hiza-gasira) y por supuesto con los pies, ya sea con el empeine (hasoku) con el borde exterior del pie (sokuto) con la planta (tesoku) con el talón (kakato) en toda la gama de patadas que recoge (geri).

Otros, por tanto, interpretan que esta arte marcial y deporte de combate es un camino que siguen aquellos que no usan armas para luchar, sino simplemente el cuerpo (la mano vacía, la mano sin armas). Pero se olvidan que, aunque hay un arte marcial específica que se especializa en el uso de armas blancas antiguas como bo, tonfa, etc. (el kobudo), muchos practicantes y maestros de karate también usan armas blancas dependiendo la escuela, y sigue diciendo que practican "karate-do", "camino de la mano vacía". Ahí es cuando se aplican otros significados más profundos a esta frase, y es cuando hay que hablar del Budismo Zen.

El zen es una rama del budismo que tiene sus orígenes en Japón, como interpretación del la rama o escuela "chán" del budismo Indio. Como todo budismo, dependiendo quién lo interprete, se puede considerar una religión, una técnica o disciplina, una filosofía o alguna o todas estas cosas en combinación. Lo que es indiscutible, sin embargo, es que el zen va asociado indefectiblemente con la meditación. Meditación no en el sentido occidental de "pensar en algo concreto" o "ponderar", o "cavilar" sobre un tema o cosa; sino en el sentido oriental, que occidentalmente traduciríamos como "contemplación". Es decir, "observar" algo "ahora" con la mente o espíritu en el presente, intentando sólo concentrarse en ese aspecto y momento actual, tratando de sólo prestar atención al a sensación, y no a la "interpretación" (pensamiento) de esa sensación (pasado) o a la anticipación de lo que esa sensación o cuestión implicará (futuro) que es el estado normal de funcionamiento del cuerpo y el sistema nervioso.

¿Como se relaciona el budismo zen con el karatedo, el camino de la mano vacía? Consideremos para empezar, que el karate, si bien desde sus comienzos no era una disciplina basada en el budismo zen, sí lo fue a posteriori, y el karate de las escuelas que llegaron hasta la actualidad sí lo son.

Así, desde el punto de vista técnico, el karate, como todas las artes marciales, implica concentrarse en lo que ocurre, no en lo que ocurrió ni en lo que ocurrirá. Y esto es así porque implica actuar en función de lo que haga el enemigo, no de lo que pensamos que hará: anticiparse a algo que no será lo que pensamos podría causarnos la muerte. Por tanto, hay que actuar sobre lo que ocurre, no sobre lo que esperamos que ocurra. Así, el error de defendernos de un ataque que no existe no es posible. La meditación, por tanto, ayuda al luchador a saber concentrarse en el ahora, en el presente, y a actuar sobre lo que ocurre sin el margen de error que crea el pensar sobre lo que ocurrirá.

Desde el punto de vista espiritual, el camino de la mano vacía es una metáfora que hace referencia a otro aspecto fundamental del budismo: la ausencia de deseo. Hablando genéricamente, el budismo postula la ausencia de deseos materiales, ya que el que evita el deseo, evita por tanto el sufrimiento producto de no poder tener lo que desea. La mano vacía es la mano que no tiene nada, y por tanto nada desea y no sufre. El karatedo, desde esta interpretación, es también un camino hacia la felicidad o el nirvana.

Gracias por llegar a leer hasta este punto, todo un record en la era de Internet. Por último les digo que, como siempre, esta no es ni más ni menos que mi opinión de acuerdo a mis conocimientos y mi reflexión racional sobre este tema, basados en fuentes todo lo confiables que pude encontrar y en mi experiencia en las artes marciales.

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martes, 17 de septiembre de 2013

La meditación Zen y las artes marciales

Mucho se habla de la cara oriental, de meditación, incluso "mística" de las artes marciales en general. Probablemente se habla tanto, como tanto se ha perdido este aspecto al emigrar las artes de combate a occidente (física o teóricamente) y, con influencias de ida y vuelta, mezclarse y confundirse con los deportes y con otras disciplinas hasta la desaparición de lo que bien podemos denominar su "esencia".
 

¿Cuál es el sentido de las técnicas de meditación Zen en disciplinas pensadas para la lucha cuerpo a cuerpo, con o sin armas, pero siempre a muerte? ¿Cuál es el sentido de introducir la meditación Zen al combate? La respuesta, al menos en lo que atañe al aspecto práctico o técnico, podría sintetizarse en una frase: lograr el mayor control posible de nuestros movimientos, en este caso movimientos (técnicas) marciales destinadas a herir y matar, a vencer en el combate y la guerra en la época en que las armas que contaban eran las armas blancas, y las armas de fuego todavía no habían hecho su aparición devastadora.

En este contexto, la meditación Zen se entendió como un aliado perfecto del guerrero, del Samurai: le proporcionaba una técnica mental que, con suficiente práctica y dedicación, le enseñaba como dejar de pensar. Entendámonos: dejar de pensar, en este contexto, implica dejar de preocuparse por los pensamientos pasados y futuros, concentrarse en el flujo de pensamiento del ahora, en los actos concretos que se están ejecutando, transfiriendo el dominio consciente de la mente al cuerpo, a los reflejos, a los movimientos psicomotrices grabados con la práctica y la repetición en nuestro cerebelo, y que fluyen en los verdaderos artistas marciales totalmente al margen de la consciencia. Traducido esto al aspecto marcial, significaba que un guerrero podía concentrarse totalmente en lo que estaba haciendo, independientemente de las distracciones internas (preocupaciones) y externas (acciones del enemigo que no influyeran directamente en su acción de combate).

La meditación Zen daba las herramientas para poder actuar desde lo que podríamos denominar "el cuerpo instintivo" hacia "la mente consciente", que sabemos ahora (o al menos estoy convencido) no son nada diferente, sino lo mismo. Porque esto va más allá de las artes marciales, es una ley que se aplica a todo movimiento corporal con el fin de la eficacia. Toda técnica deportiva implica este camino: pasar de la consciencia hasta aprender el gesto motor, al automatismo de dicho gesto convertido en técnica, en estilo, y por lo tanto dejar la mente para "guiar" ese flujo, reflejo instintivo aprendido (automatismo, mecanización) en la dirección adecuada, pero sin concentrarse en los detalles, sino solamente en el objetivo.

Por poner una metáfora tecnológica, sería algo así como lo que en programación un analista de sistemas hace al manejar variables u "objetos" que ya dentro incluyen una serie de tareas preestablecidas por las que no tiene necesidad de preocuparse. O cómo un General que maneja un ejército de soldados que sabe exactamente qué es lo que debe hacer y lo hará independientemente de la consciencia de su General. O como una tejedora que teje con lana prefabricada en un telar industrial. O, en definitiva, como cualquiera que usa una herramienta que facilita el trabajo, en este caso aprovechándose de las fabulosas capacidades instintivas de nuestro cuerpo-mente.

Pero el Zen proporcionaba al Samurai algo más, algo que incluso después de que sus artes guerreras se transformaran en obsoletas por la evolución de las armas de fuego, igual siguió siendo útil. Útil no sólo para los guerreros y artistas marciales, sino para cualquiera que (por las circunstancias que fueran) se decidiera a seguir por el camino de la meditación, que sin duda fue conservada hasta nuestra época por doctrinas espirituales y artes marciales como el Karatedo, el Aikido y otras (siempre y cuando sean practicadas en su totalidad, y sin olvidarse de esta esencia ancestral que les daba sentido). Precisamente, el Zen es lo que proporciona ese "DO" (camino) de todas las artes marciales.

En mi opinión, ese plus (añadido al aspecto práctico para el combatiente) que proporcionaba y sigue proporcionando el Zen, puede dividirse en tres aspectos, tres escorzos de un mismo principio: el cotidiano, el vital y el trascendental.

En el aspecto cotidiano, la meditación nos da tranquilidad, nos pone en perspectiva los problemas de la vida al bajarnos a la Tierra, y desinflarles (por decirlo de alguna forma) su pretendida universalidad, su desesperación producto de exagerar un inconveniente simplemente porque no podemos resolverlo de forma inmediata, o bien como quisiéramos. Nos recuerda que somos animales mortales, no dioses.
En el aspecto vital, la medicación nos devuelve a las raíces animales, instintivas de la vida. En definitiva, pone el sentir por encima del pensar, y hace que todo problema (siempre fruto del pensamiento, de deseos futuros insatisfechos) desaparezca. Ya que cualquier ser deja de tener problemas mientras solo se concentra en sentir y respirar, y nada más. De la misma forma que un gato no puede más que sentir placer mientras ronronea.

En el aspecto trascendental, el Zen "ata" a la vida, hace dejar de temer la muerte o (lo que es lo mismo) la incertidumbre por el futuro. Dicho esto con la salvedad de aquellos filósofos y pensadores que van más allá de la reacción del común de los mortales, el Zen tranquiliza ante las grandes incertidumbres, desde algo tan simple y orgánico como el acto de respirar y sentir, de percibir sin más, de lo que los griegos llamaban "contemplación". Contemplación, en este caso, al margen de toda interpretación consciente, pero contemplación de uno mismo, desde adentro, en el más amplio sentido de la palabra.

Gracias por llegar a leer hasta este punto, todo un record en la era de Internet. Por último les digo que, como siempre, que esta es solamente mi opinión, no excesivamente erudita, sobre este tema, de acuerdo a mis conocimientos y mi reflexión racional, basados en fuentes todo lo confiables que pude encontrar y en mi experiencia en las artes marciales.

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lunes, 16 de septiembre de 2013

Artes marciales y deportes de combate

Aunque habitualmente se usa de forma genérica el término "arte marcial" para referirnos a las actividades de combate o lucha con o sin armas, hablando con propiedad habría que distinguir éste de los deportes de combate o deportes de lucha propiamente dichos.


El término "arte marcial" no es en su uso y significado actual tan antiguo como podría esperarse, en realidad proviene del inglés ("martial arts") y por eso no guarda el mismo significado actualmente que el que se le da en su versión japonesa ("bugei" o "bushutju"), china ("wu-yi" o "wu-shu") o vietnamita ( "vonghe" o "vothuat"). Así, muchas de las disciplinas que se caracterizan de forma genérica como artes marciales, son deportes, y en particular deportes de lucha y/o de combate.

La gran diferencia entre las artes marciales y los deportes radica principalmente en la existencia de la competición (un conjunto de reglas que determinan su funcionamiento "legal", quien gana y quién pierde) y la institucionalización (en federaciones, etc. que ejercen un control), de estos últimos . Así, un arte marcial "pura" no pretende llegar a logros motrices o técnicos para ganar en torneos o competiciones, sino que o no compite en absoluto, o busca la lucha "competitiva" para mejorar a nivel espiritual (armonía entre cuerpo, alma, sociedad, naturaleza, universo). De la misma forma, históricamente las artes marciales tiene un origen asiático, mientras que ciertos deportes de lucha o de combate no (como el boxeo de origen inglés, la lucha de origen griego, etc.).


Sin embargo, como suele pasar, a nivel práctico las cosas no son tan simples como marca la teoría. Así vemos que para algunas escuelas artes marciales como el karate son un deporte, y para otras no lo son. Es decir, algunos lo practican o lo encaran sólo desde el punto de vista competitivo, y otros desde el punto de vista integral humano/espiritual, dejando de lado la competición. Incluso disciplinas como el judo, que en sus inicios eran claramente un arte marcial (la competición se subordinaba al judo y este a la vida, y no viceversa) han derivado con el tiempo y una mayor occidentalización en deportes de lucha.

Es más, también existe lo que podríamos llamar factor "maestro - alumno". Una disciplina de lucha puede ser un arte marcial o un deporte de combate "en teoría", pero según lo enseñe un maestro y / o según lo aprenda o lo interprete individualmente un alumno puede ser "en la práctica" una cosa u otra, independientemente de que cómo se lo caratule en diccionarios o se lo encasille en definiciones.

Desde este último punto de vista, quizás podamos mencionar una distinción que hacen algunos autores diferenciando (entre las artes marciales japonesas) el "bujutsu" que serían aquellas artes marciales que priorizan la defensa personal en un combate real pero no a muerte en su versión moderna; de el "budo", las artes marciales que priorizan el elemento espiritual y el autoperfeccionamiento, en su versión moderna complementada con el ejercicio físico, el deporte, el entretenimiento y la autodefensa. Dependiendo de quién "aprenda" y quien "enseñe", una misma arte marcial o deporte de combate podría inclinar la balanza para uno u otro lado de esta clasificación.

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domingo, 15 de septiembre de 2013

Eligiendo keikogis o kimonos para artes marciales

En este artículo de Dojukaai para los que se inician en las artes marciales hablaremos del kimono para artes marciales, conocido como keikogi, indumentaria tradicional para la práctica de casi todas las disciplias marciales en la actualidad.

Kimonos para la práctica de karatedo (karateguis) y guantillas o guiantines de karate.
A los kimonos para artes marciales de forma general se les llama "keikogi", pero cambian su nombre dependiendo del arte marcial para el que se usan, pero cuando estas es japonesa: judogui (para la práctica del judo), karategui (para el karatedo), aikidogui (para el aikido), etc. Su diseño simple y resistente hace que hayan subsistido durante miles de años, incluso después de que la artes marciales emigraran a occidente. Si bien las artes marciales de contacto pueden practicarse simplemente con ropa holgada y cómoda, lo cierto es que los kimonos proporcionan una vestimenta tradicional junto con el cinturón que también cumplen un papel de uniforme: sirven para distinguir a los practicantes, marcar su rango o jerarquía (cinturón) e identificarlos entre sí como grupo marcial.

Lo básico que hay que saber para elegir un keikogi

A la hora de comprar en la actualidad, sin embargo, hay que tener en cuenta muchas cuestiones, ya que la confección tradicional de kimonos para entrenamiento fue reemplazada casi en su totalidad por la confección automatizada, en fábricas, y bajo el nombre de diferentes marcas.

Lo que primero determina el tipo de keikogi o kimono que tendremos que comprar para nuestra práctica, es evidentemente el tipo de arte marcial o deporte de combate que realicemos. En resumen, podemos hablar de dos tipos de kimonos:

- Keikogis diseñados para la lucha con agarres (deportes de lucha) tales como el judo y el aikido-
- Keikogis diseñados para la práctica de artes marciales de contacto en las que los agarres de la ropa no son algo normal, como karatedo o taekwondo o kung fu.

Los primeros son más gruesos y pesados, generalmente hechos de algodón tejidos con punto de arroz, y reforzados en las solapas, los codos, las rodillas, etc. Eso les permite soportar durante mayor tiempo los tirones a los que se ven sometidos en la chaqueta, y las rozaduras en el suelo que sufren los pantalones (ya que las artes marciales y deportes de lucha también tienen técnicas que se realizan en el suelo). A su vez, dependiendo de su calidad, su interior será más o menos cómodo, su confección más o menos flexible y su peso mayor o menor (cuanto menos pese, mejor).

Una técnica de judo (tomoe nague) donde se aprecia como se exige el judogui.
Los segundos suelen ser también de algodón, pero mucho más livianos y finos, careciendo de refuerzos. Incluso suelen traer en los modelos más rejillas de ventilación en los lugares más expuestos al sudor (bajo las axilas, en la espalda, etc.) lo que los hace mucho más frescos. Al mismo tiempo la chaqueta suele incorporar unas cintas laterales que permiten atar las solapas una vez cruzadas, lo que impide que se muevan de su lugar aunque se afloje el cinturón.

Luego de satisfechos estos requisitos básicos, en ambos casos, las diferencia de precios y marcas suelen hacerla ya ciertos detalles que también se aplican a cualquier traje de vestir: el corte, la calidad de la tela, su suavidad, su ligereza, la nitidez de sus colores y la resistencia a los lavados, etc.

Colores, medidas y normas de competición

En muchas artes marciales donde existe competición o exhibiciones, existen además reglamentos que determinan cuales son los colores válidos para los keikogis. Siendo el blanco (y a veces el negro) el tradicional aceptado en casi todas las artes marciales, se agregaron más recientemente otros, como el azul en judo, o diferentes colores para indicar la pertenencia a un equipo en competiciones de liga, etc. En todos los casos estas normas obedecen a cuestiones prácticas (distinguir a los participantes más fácilmente durante el fragor de la lucha) como políticas y comerciales (hacerlo más atractivo como espectáculo televisivo, potenciar las posibilidades de compra de equipo, etc.)

Si tenemos pensados competir en un futuro, hay que saber además que suelen exigirse ciertas medidas mínimas en los kimonos, sobre todo en los deportes de lucha. En el caso del judo, se exige que las mangas lleguen hasta la muñeca con los brazos extendidos, y que su ancho desde el brazo sea de 5 centímetros. Algo parecido se aplica a los pantalones, que no pueden exceder ciertas medidas mínimas de largo y ancho.

En cualquier caso, si como principiantes esperamos meternos en el mundo de las competiciones, habrá que echarle un ojo al reglamento de nuestro deporte de combate antes de hacer la compra de la indumentaria, porque existe estos y otros requisitos que sirven para "homologar" equipo (también para guantes, petos, protectores, cascos, guantillas o guantines, espinilleras, etc.). Y deberemos de tener en cuenta que este reglamento muchas veces varía dependiendo del país, región o incluso de la federación en la que queramos competir.

La edad del practicante y el pantalón

Cuando vamos a comprarle un traje de arte marcial a un chico, lo dicho anteriormente varía un poco. Para empezar, lo niños, al no tener tanta fuerza, pueden usar keikogis livianos y no reforzados, aunque su arte marcial sea de lucha (judo, aikido, sambo...). Es por eso que es raro encontrar kimonos de este tipo para talles pequeños, es decir, porque verdaderamente no hace falta.
 
Otro detalle importante cuando se compra indumentaria para artes marciales a un niño, es el sistema que permite ajustar los pantalones. En los modelos para adultos suele ser una cinta rígida incorporada al pantalón a modo de cinturón, y que da unas vueltas al mismo de una forma no demasiado convencional (sobre todo para los occidentales). Lo normal es que este sistema en los pantalones para niños se reemplace por un simple elástico y un cordón interior, más que suficiente para ellos y además mucho más fácil de poner y sacar, lo que hace que se manejen de forma independiente (de sus padres y de su profesor). Sin embargo, en algunos modelos la cinta existe incluso en los talles para menores, y por eso hay que observar este detalle y no comprar modelos así para nuestros chicos.


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¡Bienvenidos a Dojomarcial Dojukai!

Dojomarcial dojukai es un blog que pretende transformarse en un espacio para todos los artistas marciales de habla hispana y también para aquellos que, sin serlo, admiran las artes marciales como forma de vida, como deporte o aplicadas a la defensa personal.

Es nuestra intención ir creando periódicamente artículos que nos ayuden a comprender más las artes marciales en general, y las japonesas en particular, tanto desde el punto de vista técnico como filosófico. Para esto nos apoyaremos no sólo en este blog, sino también en nuestro Canal de Youtube Dojomarcial Dojukai, y en las redes sociales: nuestra cuenta de Google+, Facebook y Twitter ya están activas y disponibles para todos ustedes, y desde ellas difundiremos nuestras publicaciones a todos los que gusten de compartir y participar.

Dojomarcial es un dojo virtual llevado adelante por practicantes de artes marciales, y buscará difundir los diversos aspectos de las disciplinas marciales desde un punto de vista del formador profesional (maestro o profesor) y del practicante (alumno o artista marcial), pero sin descuidar a aquellos que quieren simplemente descubrir este casi infinito mundo y formar parte de la gran familia de lo que los japoneses llaman "Budo".

En Dojomarcial iremos publicando, por tanto, distintas opiniones y reflexiones sobre la temática marcial. En este blog intentaré hacer participar a todo practicante de artes marciales digno de mi confianza que crea pueda aportar algo a este gran caos de internet, que pueda servir, en definitiva, para el artista marcial que recién empieza o para aquel que hace tiempo sigue el camino de superarase a sí mismo.

Esperamos poder lograr con este proyecto virtual que cada uno de nosotros y, por extensión, este mundo, mejoremos para bien.

Están invitados a participar usando los comentarios y, si les gusta el blog, a recomendarlo usando los botones de "Twittear", "Me gusta" y "+1 de Google".

Una vez más bienvenidos a todos.

Prof. Federico,
Aikidoka, Judoka, Karateka y creador de Dojomarcial Dojukai.