En este artículo de Dojukaai para los que se inician en las artes marciales hablaremos del kimono para artes marciales, conocido como keikogi, indumentaria tradicional para la práctica de casi
todas las disciplias marciales en la actualidad.
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Kimonos para la práctica de karatedo (karateguis) y guantillas o guiantines de karate. |
A los kimonos para artes marciales de forma general se les llama "keikogi", pero cambian su nombre dependiendo del arte marcial para el que se usan, pero cuando estas es japonesa: judogui (para la práctica del
judo), karategui (para el karatedo), aikidogui (para el aikido), etc. Su
diseño simple y resistente hace que hayan subsistido durante miles de
años, incluso después de que la artes marciales emigraran a occidente.
Si bien las artes marciales de contacto pueden practicarse simplemente
con ropa holgada y cómoda, lo cierto es que los kimonos proporcionan una
vestimenta tradicional junto con el cinturón que también cumplen un
papel de uniforme: sirven para distinguir a los practicantes, marcar su
rango o jerarquía (cinturón) e identificarlos entre sí como grupo
marcial.
Lo básico que hay que saber para elegir un keikogi
A la hora de comprar en la actualidad, sin embargo, hay que tener
en cuenta muchas cuestiones, ya que la confección tradicional de
kimonos para entrenamiento fue reemplazada casi en su totalidad por la
confección automatizada, en fábricas, y bajo el nombre de diferentes
marcas.
Lo que primero determina el tipo de keikogi o kimono que tendremos que
comprar para nuestra práctica, es evidentemente el tipo de arte marcial o
deporte de combate que realicemos. En resumen, podemos hablar de dos
tipos de kimonos:
- Keikogis diseñados para la lucha con agarres (deportes de lucha) tales como el judo y el aikido-
- Keikogis diseñados para la práctica de artes marciales de contacto en
las que los agarres de la ropa no son algo normal, como karatedo o
taekwondo o kung fu.
Los primeros son más gruesos y pesados, generalmente hechos de algodón
tejidos con punto de arroz, y reforzados en las solapas, los codos, las
rodillas, etc. Eso les permite soportar durante mayor tiempo los tirones
a los que se ven sometidos en la chaqueta, y las rozaduras en el suelo
que sufren los pantalones (ya que las artes marciales y deportes de
lucha también tienen técnicas que se realizan en el suelo). A su vez,
dependiendo de su calidad, su interior será más o menos cómodo, su
confección más o menos flexible y su peso mayor o menor (cuanto menos
pese, mejor).
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Una técnica de judo (tomoe nague) donde se aprecia como se exige el judogui. |
Los segundos suelen ser también de algodón, pero mucho más livianos y
finos, careciendo de refuerzos. Incluso suelen traer en los modelos más
rejillas de ventilación en los lugares más expuestos al sudor (bajo las
axilas, en la espalda, etc.) lo que los hace mucho más frescos. Al
mismo tiempo la chaqueta suele incorporar unas cintas laterales que
permiten atar las solapas una vez cruzadas, lo que impide que se muevan
de su lugar aunque se afloje el cinturón.
Luego de satisfechos estos requisitos básicos, en ambos casos,
las diferencia de precios y marcas suelen hacerla ya ciertos detalles
que también se aplican a cualquier traje de vestir: el corte, la calidad
de la tela, su suavidad, su ligereza, la nitidez de sus colores y la
resistencia a los lavados, etc.
Colores, medidas y normas de competición
En muchas artes marciales donde existe competición o
exhibiciones, existen además reglamentos que determinan cuales son los
colores válidos para los keikogis. Siendo el blanco (y a veces el negro)
el tradicional aceptado en casi todas las artes marciales, se agregaron
más recientemente otros, como el azul en judo, o diferentes colores para
indicar la pertenencia a un equipo en competiciones de liga, etc. En
todos los casos estas normas obedecen a cuestiones prácticas (distinguir
a los participantes más fácilmente durante el fragor de la lucha) como
políticas y comerciales (hacerlo más atractivo como espectáculo
televisivo, potenciar las posibilidades de compra de equipo, etc.)
Si tenemos pensados competir en un futuro, hay que saber además que
suelen exigirse ciertas medidas mínimas en los kimonos, sobre todo en
los deportes de lucha. En el caso del judo, se exige que las mangas
lleguen hasta la muñeca con los brazos extendidos, y que su ancho desde
el brazo sea de 5 centímetros. Algo parecido se aplica a los pantalones,
que no pueden exceder ciertas medidas mínimas de largo y ancho.
En cualquier caso, si como principiantes esperamos meternos en el
mundo de las competiciones, habrá que echarle un ojo al reglamento de
nuestro deporte de combate antes de hacer la compra de la indumentaria,
porque existe estos y otros requisitos que sirven para "homologar"
equipo (también para guantes, petos, protectores, cascos, guantillas o guantines,
espinilleras, etc.). Y deberemos de tener en cuenta que este reglamento
muchas veces varía dependiendo del país, región o incluso de la
federación en la que queramos competir.
La edad del practicante y el pantalón
Cuando vamos a comprarle un traje de arte marcial a un chico, lo
dicho anteriormente varía un poco. Para empezar, lo niños, al no tener
tanta fuerza, pueden usar keikogis livianos y no reforzados, aunque su
arte marcial sea de lucha (judo, aikido, sambo...). Es por eso que es
raro encontrar kimonos de este tipo para talles pequeños, es decir,
porque verdaderamente no hace falta.
Otro detalle importante cuando se compra indumentaria para artes
marciales a un niño, es el sistema que permite ajustar los pantalones.
En los modelos para adultos suele ser una cinta rígida incorporada al
pantalón a modo de cinturón, y que da unas vueltas al mismo de una forma
no demasiado convencional (sobre todo para los occidentales). Lo normal
es que este sistema en los pantalones para niños se reemplace por un
simple elástico y un cordón interior, más que suficiente para ellos y
además mucho más fácil de poner y sacar, lo que hace que se manejen de
forma independiente (de sus padres y de su profesor). Sin embargo, en
algunos modelos la cinta existe incluso en los talles para menores, y
por eso hay que observar este detalle y no comprar modelos así para
nuestros chicos.
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