A los que les gusta bailar y moverse, disfrutar de la música y
aprender a también cómo hacer música, la Capoeira es mucho más que un
artes marcial, en sentido estricto.
Video que muestra una exibición de capoeira donde lo que prima es la música y el sentimiento.
Normalmente se describe a la capoeira como el arte marcial de Brasil.
Pero aunque bien podemos denominarla un arte marcial (se "simula" una
lucha, no tiene competición y puede ser aplicada a la defensa) como bien
define Wikipedia, la Capoeira es en realidad un "expresión cultural
brasileña" que se internacionalizó.
Movimientos de capoeira.
La Capoeria tiene dos rasgos que la diferencian de cualquier otro
arte marcial: la música es inseparable de su práctica, y se originó como
un arte practicado por esclavos negros provenientes de Portugal, y que
se "exportaban" a Brasil. Así, se distancia totalmente de toda arte
marcial oriental (india, coreana, japonesa o china), pudiendo afirmar
que es en realidad un "arte marcial" (forma de expresión - música -
danza) africana.
Aquellos que ven a las artes marciales desde fuera, por desconocerlas,
y aquellos que las ven desde dentro, por ignorar muchos de sus
fundamentos, ven a las katas [1] como una simple forma más de práctica
asociadas con la estética...esto es una simplificación, y vamos a
aclarar acá porqué.
Las katas o formas ceremoniales tienen una fundamental razón de ser
que va mucho más allá de lo lindo que es verlas ejecutadas
correctamente. Esta razón es simple y lógica: mantener la técnica a lo
largo del tiempo.
Algunos pueden pensar que de esto se encarga la práctica de toda
arte marcial en su conjunto, pero esto no es así, y lo es aún menos
desde el momento en que existe la competición.
Para empezar, cada maestro tiene su forma de ver una técnica y
por lo tanto de explicar y/o ejecutar una técnica al enseñarla. Como es
lógico, los profesores adaptan la técnica o el estilo a su cuerpo
(tamaño, peso, etc.) y a sus posibilidades físicas (flexibilidad,
fuerza, etc.). Esto no sólo está bien, sino que es inevitable, y sería
ficticio pretender que todos hagamos las técnicas iguales, como fuéramos
robots hechos en serie y no seres humanos. Pero por otro lado, aquí
vemos el riesgo que se corre de perder en los detalles la idea
fundamental o original que le da el porqué a cada técnica, llave,
proyección o golpe (porque cada estilo y cada forma tiene un porqué
físico y entendible), ante esto vemos el valor las katas, ellas intentan
mantener vivos y fijos (dentro de lo posible, adaptados a cada artista
marcial) los fundamentos de cada técnica.
Este razón de ser de las katas todavía cobra más importancia
cuando uno ve (con tristeza en mi caso) como las competencias desvirtúan
las técnicas en pro de "el ganar". Ganar parece ser el objetivo de todo
deporte competitivo, cuando inicialmente no era así, y mucho menos en
las artes marciales, donde lo principal era que estas nos den una
filosofía en el sentido amplio, nos beneficien en todos los aspectos de
nuestra vida, y no simplemente nos sirvan para coleccionar trofeos y
medallas.
En algunas artes marciales se compite haciendo katas, y aunque exista
incluso allí cierta desvirtuación de las posturas técnicas en función
de la estética, al no haber contacto con el rival (las katas se hacen de
forma aislada, por parejas o individualmente) la posibilidad de
pervertir la técnica debido al mal uso de la fuerza o circunstancias
externas prácticamente no existe.
Pero la aplicación de la técnica correcta en las katas no es
inmutable, tiene también una historia de variaciones en el tiempo. Esto
no significa que cada uno tenga que hacer las katas "como le parezca" o
modificarlas a placer. Eso se lo reserva a grandes maestros, y al paso
de lo siglos.
Por otro parte, aunque suele describirse a las katas como
ejercicios o coreografías basadas en combates reales, esto no es del
todo cierto. El objetivo de la práctica de las técnicas en las katas es
muy variado, y no necesariamente claro. De hecho, muchas katas tienen
movimientos que buscan ser adrede crípticos, algo que los maestros en la
antiguedad hacían para evitar que las técnicas fueran conocidas por
otros maestros, clanes, familias o escuelas rivales. La secuencia de
movimientos, por tanto, no significa necesariamente la defencia ante
ataques consecutivos de un mismo o varios atacantes: las interrupciones,
cambios de ritmo, distancias, pausas y otras cuestioes son pistas que
nos pueden indicar que en realidad el kasta afronta distintas
situaciones que no tiene que ser correlativas en tiempo y lugar.
Así es como la correcta técnica de una kata tiene, además, un
sentido que puede aplicarse a distintas facetas del arte marcial en
cuestión, dependiendo de cada kata. Uno de los sentidos de la técnica
puede ser la defensa o el ataque, otro la práctica de la respiración y/o
la meditación zen, o incluso la forma con determinados fines místicos y
(por supuesto) estéticos. Estos sentidos son siempre ne alguna medida
complementarios, pero normalmente una kata suele priorizar uno de ellos,
y con esa idea debe encararse.
Más allá de ser una tradición y una forma de cultura (de
transmición cultural), estos son los sentidos prácticos (y no tan
prácticos) fundamentales de las katas, y por eso deben preservarse. Por
eso aplaudimos la realización de competencias de katas donde se prioriza
precisamente el aspecto técnico de su ejecución, y por una vez gana o
ganan aquél/llos que dominan mejor técnicamente el arte marcial y no los
que buscan meramente una belleza dictada por la moda contemporanea e
influida por la competición deportiva donde lo único importante es
ganar.
Notas:
[1] En este artículo utilizamos el género femenino para hablar de
"kata". Sin embargo, somos conscientes de que en algunos países de habla
hispana, dependiendo de la región, del maestro, etc., se habla de las
katas en masculino. En realidad, creemos que esta diferencia semántica
no importa demasiado, ya que la palabra es una transliteración del
japones no existente originalmente en el idioma castellano.
Al momento de elegir un arte marcial, guíese por su gusto, no por la
efectividad que sea predicada por dicha arte marcial, ya que esta
siempre es relativa y la opinión que reciba al respecto será más o menos
imparcial dependiendo de los conocimientos marciales (nunca absolutos
ni definitivos) o del arte marcial practicada por el que se la
recomiende.
Por eso recuerde: desconfíe de aquellos que dicen "mi arte marcial es la mejor". Porque con ellos ocurre algo parecido a lo que pasa con las distintas
religiones: cada una afirma que su Dios es el único que existe y el poseedor de la única verdad.
La realidad demuestra que de todas las artes marciales puede
aprenderse algo en materia de defensa personal y deportiva. Aunque por
supuesto, "el que mucho abarca, poco aprieta", por lo que en algo hay
que especializarse.
En definitiva, habrá buenos o malos artistas marciales en cada arte marcial. Y todo buen artista marcial podrá llegar a un alto estándar en la disciplina en la que se desarrolle...o no superar la mediocridad...todo depende de la práctica. Queda a criterio de cada uno, luego, evaluar qué considera que es más o menos efectivo, en función de los conocimientos adquiridos.
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Waki
gatame: Retención o control (gatame) con la axila.
Técnica usada en Judo y en Aikido, que consiste en controlar la articulación del codo con la axila, al tiempo que se inmoviliza el brazo en cuestión por la muñeca del adversario con las dos manos. Util también para controlar un ataque con cuchillo, tanto o arma blanca y desarmar al atacante, pudiendo la técnica continuar y finalizar en el suelo (ne waza).
En aikido se conoce también con el nombre de "Rokkyo".
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Ushiro
katate dori kubi shime : Técnica de ataque de aikido.
Ténica que busca estrangular
("shime") a un adversario por atrás ("ushiro")
con el antebrazo su cuello ("kubi") al tiempo que se agarra
su muñeca ("katate dori").
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El dolor es, según la teoría más aceptada, una forma de aviso que el cuerpo pone en marcha para que intentemos evitar algún tipo de daño que estemos recibiendo...llegando a ser incapacitante con el objetivo de reducir ese daño. El problema es que a veces este mecanismo reflejo puede jugar en contra de nuestra supervivencia...
Cuando nos torcemos un tobillo el dolor nos hace desistir de caminar...salvo que estemos dispuestos a sufrir. El cuerpo da por sentado que si no hay un motivo más imperativo que obligue a movernos pese a sentir ese dolor, lo mejor será quedarnos dejar la parte lesionada quieta. Un mecanismo defensivo, eso es el dolor.
Pero a veces será necesario hacer caso omiso de la alerta del "algia" que nos afecte. Si, volviendo al ejemplo del esguince de tobillo, se nos viene una avalancha encima, una tormenta eléctrica nos amenaza o nos persigue un animal salvaje, el dolor pasará (o "tendrá" que pasar) a segundo plano, la prioridad es la supervivencia, no el confort.
De hecho, existe lo que podríamos llamar un "contramecanismo" o un "contrainstinto" que hace que bajo una situación de estrés que tomemos suficientemente en serio, el dolor se "anule" inconscientemente de forma automática. Es lo que se suele explicar como "la liberación de mayores cantidades de adrenalina".
Muchas artes marciales consideran que el mecanismo defensivo del dolor puede entrenarse para prescindir de él durante un combate o una lucha, ayudando al cuerpo a estar preparado para la defensa o el ataque, aún antes de que la dosis de adrenalina instintiva haga su efecto. Para esto algunas de estas artes marciales buscan, por ejemplo, endurecer ciertas parte del cuerpo, pero casi todas directa o indirectamente hacen lo mismo con la mente: la "entrenan" para aprender a desenvolverse "sin dolor" (miedo) bajo situaciones de lucha o combate.
Las artes marciales duras fortalecen a base de "endurecimiento" (ejercicios de kotekitai en karate) o, en el caso extremo, de "auto-lesiones", las partes críticas del cuerpo usadas para atacar, junto con aquellas en la que se espera un ataque. Vemos así como se golpean sistemáticamente superficies duras para endurecer los nudillos (makiwara), formando cayos; se raspa con palos las tibias para buscar la insensibilidad de estas haciendo las patadas más peligrosas; se trabajan los músculos dorsales para contener patadas; se reciben o se paran golpes con palos con los antebrazos o abdomen, etc. Métodos hay muchos, pero la idea es la misma: sufrir cierto castigo "dosificado" para hacerse relativamente insensible preparándose para el momento en que haya que defenderse de un ataque mayor.
Sin embargo, existe otra forma de encarar la búsqueda del "no-dolor" durante un combate, y es esquivando el dolor, no dejar que este se produzca, buscando que la fuerza del enemigo o rival se redirija hacia sí mismo. La famosa metáfora, el historia oriental que cuenta que "un árbol grande y duro se rompe ante una gran tormenta, un junco aparentemente débil y flexible la resiste". La flexibilidad (ju), y el ceder a la fuerza en beneficio del ataque o la defensa (chikara-no-oyo) es por lo tanto otra forma de entender un combate lucha.
Algunas artes marciales combinan ambos estilo, sacando lo mejor de cada una de ellas: la flexibilidad y la fortaleza, una forma de combate dura y blanda al mismo tiempo, según sea necesario. Esta sería, según entiendo, la forma ideal de entrenamiento marcial.
Algunos confunden el significado de la humildad al relacionarlo o
incluso equipararlo de forma indisociable con el de pobreza. Sin
embargo, la humildad, a diferencia de la pobreza, es una virtud. Una
virtud esquiva y difícil de lograr, pero a la que todos deberíamos
aspirar, sobre todo en el mundo marcial...
Humilde es aquel que se dio cuenta de que lo complicado no es
saber, sino dejar de creer que uno sabe más que los demás. Sobre todo
sin tener en cuenta quienes son los demás. Creerse mejor o sabio en una
disciplina, ya sea en comparación con otras disciplinas similares o con
otras personas que no se conoce más que de forma indirecta, es el gran
error que comenten muchos y que les impide alcanzar la virtud de la
humildad.
¿Pero en qué consiste ser humilde? Humilde es aquel que demuestra
lo que es con los hechos, con la actitud. Aquel que no es soberbio ni
pedante, porque sabe que nunca se acaba de mejorar, y que siempre
alguien puede ser mejor. A nivel intelectual la humildad, por tanto, es
contraria a toda forma de fanatismo, y escapa a los creyentes de
verdades absolutas en cualquier ámbito.
Ahora, un punto quizás más importante aún sobre el que debemos
interrogarnos: ¿aporta ventajas la humildad desde el punto de vista de
la supervivencia o de la vida cotidiana?, ¿o simplemente facilita el
sometimiento a otros?. En este punto hay que aclara que de la misma
forma en que humildad no es sinónimo de pobreza, tampoco debe serlo de
debilidad. El límite de la humildad que uno puede tener lo ponen
precisamente las personas que no son humildes. Porque uno puede tolerar
la ignorancia cuando uno saber...puede incluso reírse para sus adentros
ante las personas que creen que saben en un ámbito que nosotros
dominamos más...pero lo que una persona no puede, por muy humilde que
sea, es tolerar que alguien que no sabe intente darle lecciones para las
que no está capacitado. Si a esto se le suma una actitud irrespetuosa,
violenta o soberbia, la reacción debe ser cortar en seco tales
irreverencias de la forma que haga falta.
El mundo de las artes marciales y de la filosofía, tan distantes y
tan próximos depende del punto de vista desde el que se los mire, se
peca mucho de soberbia y se conoce poco lo que es juzgar por hechos y
actitudes ante que por lo prestigio jerárquico a veces injustificado.
Muchos creen que hay que respetar a tal o cual persona simplemente
porque "es un filósofo" o "es un cinturón negro", y rendir pleitesía a
estos por simple titulits que muchas veces no refleja una verdadera
sabiduría.
Un verdadero maestro es ante todo humilde, el que no lo sea no
merece llamarse maestro ni ser respetado como tal. Lamentablemente, en
la filosofía, la religión y las artes marciales muchos estamos cansados
de soportar a pedantes "maestros" que blanden la bandera de la verdad
(su verdad) como si fuera la única en el universo, incluso aunque las
propias leyes universales de la gravedad o el sentido común los
contradigan. Y por supuesto, como ya mencioné en más de una oportunidad,
todo aquel que se creen sabedor de la verdad absoluta, se creerá
lógicamente con el derecho de tratar a los desconocedores de la misma
como inferiores, e incluso "evangelizar a la fuerza". Es la tan peligros
lógica del fanático que no entiende de humildad.
La ventaja de que un maestro fanático o del filósofo que esgrime
una verdad absoluta, es que mostrará un punto de vista de forma tan
"fuerte" que facilitará el aprendizaje...pero cuidado, una cosa es
aprender un punto de vista enseñado con convicción fanática por un
profeta, y otra olvidarse de que es un punto de vista y creer que es una
verdad absoluta, o la única interpretación de la verdad revelada. En mi
opinión, del maestro y el filósofo convencidos de su verdad como "LA"
verdad, hay que aprender "SU" verdad, pero no copiar su absolutismo.
Enfrentarse a ellos e intentar hacerles entender el relativismo de lo
que dicen es una total pérdida de tiempo. Hay que actuar aquí como el
agua y fluir ante su dureza de sesera tomando lo que podamos y
dejándolos atrás cuando ya no nos aporten nada más.
Desde el punto de vista de la supervivencia entonces, la humildad
nos protege de los fanatismos, y nos prepara para estar abiertos al
aprendizaje, a nuevas experiencias. La humildad es necesaria para
perfeccionarse, para poder aprender. Porque aquél que cree que sabe
todo, difícilmente acepte que le enseñen nada. Y el que no sigue
aprendiendo, llegará un momento en que será superado por los humildes, y
estará en inferioridad de condiciones como para salir adelante en
cualquier situación, ya sea en la vida cotidiana o en una emergencia.
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Uke
: 1.- En artes marciales japonesas hace referencia a aquel
contrincante o compañero de prácticas que recibe la técnica en
cuestión, posibilitando que el rival la realice, sin oponerse y/o
defendiéndose de una forma estipulada, intuitiva o lógica
dependiendo del ataque.
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Tai
sabaki : Expresión usada en budo para referirse al movimiento, desplazamiento o
reposicionamiento del cuerpo, que podría traducirse como "gestión"
o "manipulación" (sabaki) del "cuerpo" o
"realidad" (tai).
El
tai sabaki se usa en general durante una acción defensiva, por eso
algunos lo asocian o entienden como una esquiva o evasión. Como lo
indica su nombre, también tiene en cuenta la realidad, el ambiente o
la situación en la que se encuentra tanto el atacante como el
oponente.
En
aikido, los tai sabaki más usados son "irimi", "tenkan"
y "kaiten". En judo, el tai sabaki clásico es circular y
sin juntar los pies.
Tai
sabaki es también un grupo de katas de aikido creadas por Yasuhiro
Konishi, alumno directo del creador del aikido, compuesta por las
katas Tai sabaki Shodan ,Tai sabaki Nidan
and Tai sabaki Sandan.
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Tenkan
: Transliteración del japonés que significa literalmente "cambio
de dirección".
Expresión
usada en aikido y budo para designar un tipo de tai sabaki, un giro
de 180 grados cambiando la dirección del cuerop y, por tanto, de la
guardia.
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Ura
: Transliteración del japonés que en aikido se entiende como
"espalda", "hacia atrás", "atrás".
También significa literalmente "privado", "oculto", "escondido",
"negativo" o "íntimo".
Expresión
usada en aikido en particular para diferenciar la dirección de una
técnica. De forma tradicional y en budo hacía referencia a las
técnicas para alumnos avanzados (técnicas más eficaces y menos
arriesgadas), en oposición a las "Omote".
En
judo, nombre dado a la segunda de serie de técnicas del
Koshiki-no-kata. Las katanas tienen un lado "Omote" y otro
"Ura". Esta oposición puede entenderse en aikido como una
paralelismo con los opuestos "yin" y "yang",
aplicados a la técnica.
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Omote
: Transliteración del japonés que significa se entiende en aikido
como "al frente" o "de frente". Significa
literalmente "público", "superficie",
"positivo", "visible" o "evidente".
Expresión
usada en aikido en particular para diferenciar la dirección de una
técnica. De forma tradicional y en budo hacía referencia a las
técnicas para alumnos principiantes (técnicas menos eficaces y más
arriesgadas), en oposición a las "Ura".
En
judo, nombre dado a la primera serie de técnicas del
Koshiki-no-kata. Las katanas tienen un lado "Omote" y otro
"Ura". Esta oposición puede entenderse en aikido como una
paralelismo con los opuestos "yin" y "yang",
aplicados a la técnica.
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Hablando genéricamente, pueden resumirse todos los aportes
significativos en formas de combate sin armas de cualquier arte marcial
en función de tres artes y tres técnicas.
Desde tiempos inmemoriales el hombre usa su cuerpo para luchar,
el cuerpo como arma. Al ser su intelecto belicoso, su cuerpo y las
condiciones de su entorno (ecosistema terrestre bajo gravedad [1]) los
mismos, es lógico que presentara soluciones análogas o similares para
enfrentar diversas situaciones de combate con éxito.
Al margen de las conexiones obvias que se dieron históricamente a
través de los viajeros que unieron estos distantes países en épocas en
que la única forma de hacerlo era a pie, a caballo o en embarcaciones
rudimentarias, actualmente sabemos que pueblos que nunca tuvieron
contacto entre sí desarrollaron métodos de lucha sin armas similares.
Así, vemos tanto en el Egipto como en la Grecia antigua ejemplos
de lucha cuerpo a cuerpo que son similares entre sí y a otras técnicas y
artes marciales creadas posteriormente en lugares muy alejados de Asia,
como pueden ser China, la India, Corea o Japón [2].
Observando un poco todo el repertorio de artes y técnicas
(tradicionales y modernas) a las que tenemos acceso en la actualidad,
podemos hablar de tres tipos de artes que (dentro de determinadas
disciplinas o escuelas) se han repetido de significativamente en la
historia, y que son:
- el arte de golpear (con piernas o brazos) (atemis waza[3]);
- el arte de luxar articulaciones (kansetsu waza);
- el arte de proyectar o lanzar (nage waza). A su vez, estas tres "artes" pueden variar en alguna medida en su desarrollo dependiendo de si se ejecuten de:
- de pie (tachi waza),
- sentados o arrodillados (en seiza o suwari waza),
- sentados mientras el oponente está de pie (hanmi handachi waza) - acostados o tumbados (ne waza).
Dando como resultado lo que podemos llamar tres "técnicas"
básicas que combinadas a las "artes", desenvolviéndose en nuevos
desarrollos o subespecializaciones, a los que en la lucha en el suelo
hay que sumar el de las inmovilizaciones o retenciones (oseakomi waza).
Ejecución de una kata de judo
Siendo tan amplio el campo de estudio de las "artes" clasificadas de
esta forma, se puede hablar de ciertos representantes de cada una dentro
de las artes marciales que sobreviven a la historia. Es decir, aquellas
que se tradicionalmente y desde hace siglos (directamente o por
herencia o continuidad histórica) se especializaron en cada uno de estos
aspectos fundamentales del combate, siendo por lo tanto probadamente
más efectivas en cada una de estas facetas. Estas artes marciales
especializadas son:
En el arte de golpear (atemi waza): karate / kungfú / kempo (también jujitsu, taekuowdo, sipalki, etc.).
En el arte de proyectar (nage waza): judo / sumo (también aikido, jujitsu, y formas de lucha).
En el arte de luxar (kantesu waza): aikido (también judo, jujitsu, etc.).
En la lucha en el suelo: lucha grecoromana, judo (también sambo, lucha canaria, lucha leonesa y formas de lucha menos conocidas).
Por supuesto, cada una de estas artes marciales enfoca estos aspectos
bajo cierta filosofía y con determinados métodos que no siempre
coinciden:
- Buscan el aprovechamiento de la fuerza propia para atacar al oponente (artes marciales "unilaterales"); o aprovechar principalmente la fuerza del contrario (artes marciales "bilaterales") para lograr su objetivo.
- Buscan el fortalecimiento muscular para aplicar la fuerza en combate (artes marciales duras, "chikara" [4]) o priorizan más la técnica aprovechando la fuerza de la gravedad, y de acción y reacción (artes marciales blandas, "ki" [5]).
- Se catalogan como sistemas de defensa o disuasión; o ataque o reducción del oponente.
- Actúan de forma directa (en línea recta, acción lineal); o indirecta (girando, acción circular).
- Se especializan en el uso de los pies y piernas como formas de golpear; de las manos o brazos; o de ambos. - Son al mismo tiempo deportes (de combate o de lucha) circunscriptos por ciertas normas y reglamentos; o desechan totalmente la competición.
- Son entendidas como una forma de transformar la mente y el cuerpo ("do", camino); o como formas técnicas de defensa personal o de combate ("jitsu" o "jutsu").
El que se prevalezca uno u otro aspecto de los citados más
arriba, no depende sólo de las directrices de una determinada arte
marcial, sino del maestro que la enseñe y el contexto social en el que
se desarrollen. Sin embargo, lo que casi nunca varía es la búsqueda de
la especialización en alguna de tres artes (golpes, proyecciones,
luxaciones) en combinación con alguna de las tres técnicas (pie,
rodillas, acostado). Como siempre, te invito a participar usando los comentarios. Al mismo tiempo, si te gustá el blog o esta entrada, recomendala usando los botones de "Twittear", "Me gusta de Facebook" y "+1 de Google".
Bibliografía recomendada: - Asia oriental en los siglos XIX y XX, Chesneaux, J., Editorial Labor, Barcelona 1969.
- Introducción al judo, Miguel Villamón et al., Editorial Hispano Europea, 1999.
- Los juegos olímpicos, Segura Munguía S., Editorial Amaya, Madrid 1992.
- Secretos de los Samurais. Estudio de las artes marciales del Japón
feudal, Oscar Ratti y Adele Westbrook, Editorial Paidotribo, 2006.
- Sports and games in ancient Egypt, Decker, W., Editorial Yale University Press, Yale 1999.
Notas: [1] Tomo el ecosistema terrestre como base de este
estudio, pero en la antigüedad existieron artes marciales que se
especializaban en el arte que se desarrollaban en otro tipo de
ecosistemas, como por el ejemplo la natación como arte marcial en el
Japón feudal (el arte de nadar con armadura, por ejemplo) y
evidentemente la destreza necesaria para combatir durante el abordaje de
un barco (por poner otro ejemplo) exceden las habilidades que podemos
considerar típicas de los tipos de lucha "en tierra".
[2] Al respecto, consultar sobre los descubrimientos hechos en las
pinturas de las tumbas de Beni Hasan en el distrito de Antelope en
Egipto, o las características del pugilato o el pancracio dentro de los
juegos Olímpicos, y su similitud con otras formas combate sin armas
medieval, antiguo y moderno.
[3] Indicamos los nombres en japonés, por ser los que más se han
difundido a través de las artes marciales que sobreviven a la
modernidad. [4] "Chikara", en japonés, un concepto que hace referencia a la
fuerza "externa", muscular o fuerza bruta (lo "duro" o lo "lleno")
[5] "Ki", en japonés ("Chi" en chino, o "Prana" en hindú) hace
referencia a la energía, voluntad interna o poder interior, relacionado
en artes marciales con el manejo del centro de gravedad ("hara",
"tandem") para lograr un objetivo físico con la máxima eficacia pero con
el mínimo esfuerzo muscular (lo "blando", lo "flexible" o lo "vacío"). A
nivel místico se relaciona esta energía con la del resto de los seres
vivos o el universo.